BLUES DEL SABADO POR LA NOCHE
La Aceitosa es un banda "en serio"
En la década en curso, manejarse en forma inteligente en el terreno extra-musical puede ser la llave del éxito para un grupo, cualquiera sea el género que abrace. Obviamente, si esa estrategia está acompañada por un prolijo y emotivo trabajo de "puesta en escena" las garantías para "pasar al frente" son aún mayores.
En nuestro medio son pocas las formaciones que contemplan los dos aspectos y rozan el paño de la trascendencia recogiendo la totalidad de lo apostado. Una de ellas es la Aceitosa Blues Band, una big band blusera que apareció por los bares y fondas hace dos años, consolidándose en el circuito ofreciendo actuaciones en forma persistente.
Cuando arrancaron se preocuparon por hacer saber a todo el mundo que arrancaban. Lo hicieron dejando material de difusión en los medios (gacetilla, foto y un casete), distribuyendo panfletos en salones universitarios y, una vez en el escenario, consolidando un discurso corporativo que dejaba bien en claro que "el blues de Córdoba existe y es de buena calidad".
Y no se equivocaron en plantearlo, puesto que junto a Rolo Casas, Mama Prieta y otras tantas formaciones que emergieron al amparo de la supremacía radiofónica de Memphis La Blusera, conformaron un movimiento signado por la sana competencia y mejores performances.
Pero esta observación alcanza al blues cordobés como movimiento y no retrata la actualidad particular de la Aceitosa Blues Band, el grupo que no le hizo el "caldo gordo" a la recesión e invirtió todas las monedas recaudadas en los últimos meses, para alquilar el Luz y Fuerza y predisponer a todas las "fuerzas vivas" de la música para la edición de un disco en vivo.
Demagogos y versátiles
Una vez que dejamos en claro que el manejo extra-artístico de la Aceitosa Blues Band fue por demás acertado, se tiene que relevar su perfil estrictamente musical. En este punto, tampoco se deben ahorrar elogios. En directo, la formación que comanda el cantante "Pollo" suena prolija y maneja a la perfección las diferentes variantes que puede adoptar una big band en escena: los vientos apoyan con acierto y la distribución de los solos está pensada en función de canciones breves, que no llegan a dispersar la atención del escucha.
También contribuye a hacer distintiva o versátil la apuesta, el guitarrista "Turco" Cordi, cuyo toque está más allá de la ortodoxia y la escolástica blusera, logrando incluso meter algunos mínimos yeites que hablan de su predilección por bandas americanas como The Replacements y Georgia Satellites. Por el lado de las letras, se puede argumentar que contemplan todos los tópicos que siempre abrazó el blues argentino: son edípicos (las referencias a "los tallarines de la vieja" son frecuentes) y machistas (las chicas aparecen en escena en Laurita y Cornelio Blues) en dosis equilibradas.
En síntesis, aunque íntegramente su propuesta aparezca demasiado pegada a la ofrenda que desde los primeros ochenta (o últimos setenta) lleva adelante el combo Memphis La Blusera, y pese a que los gestos demagógicos de "Pollo" se transformen en consignas sin peso específico (si lo actuado por la banda es de calidad, no hace falta que la defienda permanentemente mediante un discurso), las pretensiones de masividad de la Aceitosa Blues Band están acompañadas por un trabajo signado por la seriedad. Público y crítica saben apreciarlo.
Germán Arrascaeta
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